¿Qué buscará el tibio Ischia con Figueroa y Palermo juntos? ¿Les verá características para que puedan complementarse? Estadísticas aparte, en lo que va del 2009 los rubios se encargaron de demostrar en repetidas oportunidades que las mejores cosas las han hecho jugando con un acompañante veloz por las puntas. Ni el rosarino y mucho menos el platense tienen características para tirarse atrás, descargar y mucho menos para ir hacia las puntas. Al primero le cuesta mantenerse en pie y al segundo se lo aplaude cuando logra devolverla a dos metros. Ante Godoy Cruz la cosa fue más grave, porque todos en el estadio se dieron cuenta que al iniciar el segundo tiempo, si Boca ponía algún punta con velocidad, podía matar a los de Cocca, que habían propuesto un valiente golpe por golpe y se exponían a que Boca definiera el partido.
Para colmo, uno de los mejores jugadores xeneizes en la temporada es Pablo Mouche, complemento ideal para que cualquiera de los devaluados arietes pueda lucirse. Aunque no contar con padrinos en el plantel puede estar jugándole en contra
En fin, Ischia en su paso por Boca había demostrado ser dubitativo a la hora de tocar referentes. A este gran defecto, esta temporada le agregó una notoria incapacidad para darle volumen de juego al equipo y manejar los cambios y alternativas en el partido. El tiempo pasa, las competencias se van yendo y se acerca la zona de definiciones en Copa Libertadores.
¿Hasta cuándo seguirá la slow dupla?
(Por Waldir)
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